Al término del pase de la película, tuvo lugar una charla-coloquio con D. Juan Pablo Blanco, director y fundador del periódico Baleares Sin Fronteras, publicación de referencia para el colectivo de emigrantes. Juan Pablo es colombiano y periodista, un observador de los asuntos latinoamericanos, algunos de ellos abordados en la propia “El baño del Papa”, como la pobreza y la corrupción institucional.
Sobre la ambientación de la película uruguaya, que transcurre en un poblado de casas frágiles y desvencijadas, sustentada por paredes frías y desconchadas, a Blanco le pareció verosímil y equiparable a varios núcleos pobres de países colindantes, como Brasil.
Blanco afirmó “no creer en ideologías, sino en hombres” y atacó los elevadísimos índices de corrupción política. Piensa que la irrupción de gobiernos de izquierda en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador o incluso Paraguay (hecho histórico para su tradición política) responde más a una necesidad de cambio, frente a gobiernos oligarcas, dominados por familias de gran influencia y que no han permitido el libre acceso a las esferas de poder. Este último punto motivó la participación del público, se registraron aseveraciones al respecto.
Nuestro ponente se mostró hondamente preocupado por la falta de entendimiento entre los gobiernos y sus respectivas oposiciones, así como en las relaciones internacionales entre administraciones de distinto signo político, como puede observarse en las relaciones entre Colombia y Ecuador, de una tensión creciente que amenaza en derivar en conflicto.
Los carteles de la droga suponen una lacra que requiere de la colaboración de EE.UU. y Europa. Las instituciones no funcionan, los corruptos actúan con impunidad, siendo conscientes de la misma. Para Blanco, la mejor estrategia es invertir en educación. Evidentemente, no dará resultados a corto plazo, requerirá por lo menos una generación, pero representa una esperanza de un futuro mejor. Hasta entonces, los pobres seguirán siendo pobres y, como a Beto, el protagonista de “El baño del Papa”, no les quedará más que soñar.
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