Las ausencias de última hora del D. Txarli Llorente (director de la película) y del eurodiputado D. Willy Meyer lastraron un debate que pretendía abordar el tema de la inmigración desde tres ópticas, la del propio emigrante, la de los países receptores, y la del observador de los sucesos.
Finalmente, D. Mustafa Boulharrak, presidente del Colectivo Al-Maghreb, compensó a los espectadores presentes, quizá no muy excesivos en número, pero muy participativos.
“Todas las soluciones pasan por admitir que la inmigración ha existido, existe, y seguirá existiendo. Se trata de un fenómeno que, como revelan multitud de estudios realizados por entidades solventes, resulta beneficioso para la sociedad en general”.
Finalmente, D. Mustafa Boulharrak, presidente del Colectivo Al-Maghreb, compensó a los espectadores presentes, quizá no muy excesivos en número, pero muy participativos.
“Todas las soluciones pasan por admitir que la inmigración ha existido, existe, y seguirá existiendo. Se trata de un fenómeno que, como revelan multitud de estudios realizados por entidades solventes, resulta beneficioso para la sociedad en general”.
Sobre la política inmigratoria española, Mustafa aprecia una falta de definición. Frente a una de las pocas medidas concretas, la de conceder una única e íntegra prestación sobre el subsidio de desempleo a cambio del retorno del emigrante, catalogó a ésta de fracaso, ofreciendo el dato de que en toda Baleares, sólo cuatro beneficiarios la habían solicitado. Mustafa explicó que la medida, además de no ser original (Francia la aplicó en el pasado, y lo único que consiguió fue que el emigrante saliera del país para, tiempo después, agotada la prestación, volver a emigrar a Europa), no es efectiva, pues pocos son los que acumulan el derecho a una prestación suficientemente amplia para que les compense retornar (los que la alcanzan son los que no han perdido su puesto de trabajo, o los que prefieren el subsidio del paro). Sería preferible formar y capacitar a los emigrantes, con el fin de que puedan emprender actividades económicas, sea en su país de origen, sea en el de recepción. Desde el Colectivo Al-Maghreb, se exhorta a una mayor comunicación con las asociaciones de emigrantes, dispuestas a participar en el desarrollo de políticas eficaces.
Mustafa aceptó las críticas sobre la política inmigratoria de su país de origen, Marruecos, manifestando que él “defiende al pueblo marroquí, no a sus gobernantes”, a quienes acusó de utilizar el flujo de inmigrantes para presionar en las negociaciones con España en otras materias políticas, y de no respetar los acuerdos en materia de repatriación, abandonando a su suerte a multitud de subsaharianos.
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